viernes, 24 de abril de 2015

Compañerismo y generosidad

En multitud de ocasiones no nos paramos a pensar en las personas que tenemos a nuestro lado, a nuestro alrededor. Siempre hay alguien que necesite de nosotros, que le escuchemos, que le dediquemos tiempo; tiempo que muchas veces somos reacios a compartir, a dar… y es importante pararnos un momento a reflexionar esto, pues podemos hacer mucho únicamente dando un poco de nuestro tiempo.
Para trabajar estos valores, proponemos primero un juego, el juego de las sillas cooperativas. Todos conocemos el juego de las sillas, un juego en el que tenemos que “luchar” para conseguir sentarnos en una silla cuando para la música, para así no ser eliminados del juego. Pero lo que os planteamos es una forma distinta de jugar a este juego, una forma en la que todos ganan, y esto es mediante la cooperación. En vez de pelear todos por sentarnos en una silla, lucharemos todos por conseguir entrar en las sillas que hay. De esa manera, se fomentará el bien común y el trabajo en equipo mediante la cooperación y solidaridad.
Otro juego que podemos realizar con los niños se trata de la realización de un dibujo entre todos. Para ello, colocaremos una cartulina encima de la mesa, si el grupo es muy numeroso, en vez de una cartulina, utilizaremos papel continuo. En el centro pondremos un lápiz desde el cual saldrán varias cuerdas. Cada uno sujetará una cuerda con la mano y entre todos, manejando el lápiz, deberán conseguir crear un dibujo determinado. Esta es una forma de dibujar un tanto complicada, pero sumamente gratificante y divertida, pues al final habrán realizado un dibujo entre todos, ayudándose y escuchándose para poder llevarlo a cabo.
Estos juegos, como ya hemos mencionado, son muy gratificantes, pues a los niños les resultan divertidos y traen muchos beneficios en su desarrollo integral.
 
También es importante entender que hay dos maneras de generosidad, la primera es dando cosas materiales, dando dinero a los pobres, donando juguetes, etc. Y la segunda es “donar” nuestro tiempo, dándonos a nosotros mismos para ayudar a los demás, como puede ser ir a visitar ancianos a una residencia, escuchándoles, dándoles cariño y compañía, estando con ellos. Ambas maneras de “dar” son igual de importantes y necesarias.

 
A continuación os dejamos un video que nos ayuda a reflexionar sobre cosas que podemos hacer en nuestro día a día y que, quizá, nos pasan desapercibidas.
 
 


 

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